02 de Octubre, 2025 - ¡No hay confusión!
¡No hay confusión!
02 de Octubre, 2025
1 Corintios 14:33 “Porque Dios no es autor de confusión, sino de paz, como en todas las iglesias de los santos”.
Hay momentos en la Palabra en los que Dios vino y trajo confusión para el beneficio del hombre; me viene a la mente la Torre de Babel, pero eso fue para que el hombre no se fuera e hiciera algo estúpido. Esta escritura nos dice que Dios no es autor de confusión. Entonces, ¿quién es el autor de la confusión? Ese tendría que ser el diablo. ¿Qué es la confusión? La confusión es la falta de claridad o la mala interpretación de la verdad o los hechos de cualquier situación dada. Entonces, ¿qué hace el diablo? Ciega las mentes de los incrédulos para que no puedan distinguir la verdad cuando la oyen. Cuando la Palabra dice: «Dios no es autor de confusión», debemos entender que esto implica que una de las armas del diablo contra el Cuerpo de Cristo es la confusión.
Cuando alguien está confundido, toma malas decisiones porque no entiende la verdad. Santiago 3:16 dice: «Porque donde hay envidia y contiendas, allí hay confusión y toda obra mala». Así pues, podemos ver en esta escritura que lo que trae confusión es la envidia y la contienda. Podemos ver que cuando el diablo lleva a las personas a la envidia y la contienda, le abren la puerta para traer confusión. Cuando pienso en confusión, pienso en caos, drama y sentimientos abrumadores. No tenemos por qué tener confusión en nuestras vidas. En cambio, podemos tener lo que el Padre es el autor, y eso es paz.
En lugar de confusión, podemos caminar en la paz de Dios, la misma paz que Jesús nos dejó. Juan 14:27 dice: «La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo». Gracias a Dios, en lugar de confusión, Dios nos ofrece la misma paz en la que caminó Jesús. No es algo automático, como la mayoría de las cosas con Dios; nosotros tenemos un papel que desempeñar. Isaías 26:3 (AMPC) dice: «Tú guardarás y mantendrás en perfecta y constante paz a aquel cuya mente [tanto su inclinación como su carácter] permanece en Ti, porque él se compromete contigo, se apoya en Ti y espera con confianza en Ti». Nuestra parte es mantener nuestra mente fija en Dios. ¿Cómo lo hacemos? Meditando en la Palabra de Dios, a través de la oración, conversando con el Señor, con verdadera adoración y confesando la Palabra de Dios. A medida que mantenemos nuestra mente fija en Él y caminamos en perfecta paz, ninguna confusión puede llegar a nuestra alma; y es entonces cuando tomaremos las mejores decisiones que hayamos tomado jamás. Y eso nos llevará a caminar en lo más alto y lo mejor de Dios para nuestras vidas.
Pr. Mark Garver