10 de Junio, 2025 - Estamos sentados
Estamos sentados
10 de Junio, 2025
Efesios 2:6 “Y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús”.
Todos los cristianos creen que Jesús resucitó de entre los muertos. Esa es la única manera en que puedes ser salvo. Si no crees en la resurrección, entonces la salvación no está disponible para ti. Muchos creyentes están aprendiendo que Jesús, en Su muerte, sepultura y resurrección, destruyó las obras del diablo, pero muchos más todavía necesitan entender eso. Una de las últimas cosas que la gente necesita entender es que nosotros, también, fuimos resucitados con Jesús en ese glorioso día cuando el Espíritu Santo fue al infierno y resucitó a Jesus después de que toda la pena por el pecado había sido pagada, después de que la sanidad fue comprada, después de que Él se hizo pobre para que nosotros pudiéramos hacernos ricos, después de que Él nos redimió con Su sangre, y después de que Él tuvo las llaves de la muerte y del infierno y estaba listo para devolvérnoslas. Hemos sido resucitados juntos para sentarnos con Él en los lugares celestiales.
Efesios 1:20 nos dice claramente que cuando Jesús resucitó de entre los muertos, se sentó a la diestra del Padre, y que Jesús estaba ahora por encima de todas las obras del diablo. Dice en el versículo 22, que todas las cosas fueron puestas bajo Sus pies. Recuerde, el Padre le dijo a la serpiente (el diablo), alguien viene a través de una mujer a quien le herirás el talón, pero Él te aplastará la cabeza. Eso es lo que Jesús hizo. Él aplastó la cabeza del diablo. Pero uno de los versos más grandes en la Palabra es Efesios 2:6 que habla acerca de nuestra resurrección y nuestro asiento. Hemos sido sentados en Cristo Jesús a la diestra del Padre. Estamos sentados con Él, y, en Él, se nos ha dado una posición en la Tierra que también está muy por encima de las obras del diablo. Jesús nos dio Su nombre, Su dominio, y las llaves, así que ahora es tiempo de que gobernemos y reinemos en esta vida por un solo Jesucristo.
Pr. Mark Garver