17 de Junio, 2025 - Pronto para oír, Tardo para hablar.

Pronto para oír, Tardo para hablar.

17 de Junio, 2025

Santiago 1:19 “Por tanto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse.”

Esta es una buena escritura para la vida si queremos llevarnos bien con nuestros esposos, hijos, amigos, enemigos, compañeros de trabajo, y cualquier otra persona que se te ocurra. Primero, dice que debemos ser rápidos para oír y lentos para hablar. La mayoría de las personas son rápidas para hablar, incluso cuando en realidad no están escuchando. Proverbios 18:13 nos explica más acerca de no escuchar, «El que contesta un asunto antes de oírlo, es necedad y vergüenza para él». El Mensaje dice: «Responder antes de escuchar es estúpido y grosero». Qué guía es ésta; sin embargo, tantas personas no prestan atención a esta Palabra de Dios. No escuchan; sólo hablan, y hablan, y hablan. Debemos escuchar lo que la gente tiene que decir, y no sólo escuchar sus palabras, sino también su tono de voz y su lenguaje corporal. La comunicación ha sufrido un duro golpe en la sociedad actual. En el Cuerpo de Cristo, debemos escucharnos unos a otros. Debemos escuchar a la gente. Si no lo hacemos, daremos respuestas sin escuchar. Responder antes de escuchar es estúpido y grosero, dice la Escritura. Escuchar a los demás nos ayudará a hacer lo que dice Filipenses 2:3-4; se nos dice que, por humildad, debemos considerar a los demás más importantes que nosotros mismos y no mirar sólo por nuestro interés sino por el interés de los demás.

Cuando realmente escuchamos a la gente, nos involucramos plenamente antes de responder, les estamos diciendo: «Tú eres importante para mí y lo que tienes que decir es importante para mí». Proverbios 18:2 (NVI) lo expone realmente: «Los necios no encuentran placer en comprender, sino que se deleitan aireando sus propias opiniones». Todo el mundo tiene una opinión, especialmente hoy en día, y todo el mundo puede airearlas sin ninguna prueba; pero si queremos entender de verdad y estar ahí para todos los que nos rodean, escuchar se convierte en algo de suma importancia en nuestra vida. Seamos rápidos en escuchar para que, cuando hablemos, nuestras palabras tengan mucho peso ante la gente. Si somos rápidos para escuchar, entonces cumpliremos la siguiente parte del versículo que dice que seamos lentos para hablar. Cuando hablamos a otros sin escucharlos, esto crea un montón de problemas. La gente siente que no los estamos escuchando, o que realmente no nos importa lo que tienen que decir porque estamos hablando una opinión que es uniforme.

Proverbios 29:20 dice: "¿Ves a un hombre que se precipita en sus palabras? Hay más esperanza para un necio que para él". El Mensaje lo dice así: «Observa a la gente que siempre habla antes de pensar - incluso los simplones están mejor que ellos». Este es un patrón con la gente. Nunca escuchan. Solo hablan, y la Biblia nos advierte claramente que no hagamos eso. Te diré esto, es una buena práctica escuchar a la gente, así aprenderás a escuchar a Dios. Me cuesta creer que las personas que siempre están hablando y nunca escuchan a los demás realmente escuchen a Dios. Decidámonos ahora mismo a convertirnos en grandes oyentes. Cuando eres rápido para oír y lento para hablar, también te ayudará a evitar la ira, así que pídele al Espíritu Santo que te ayude a convertirte en un hablador lento porque no quieres ser un tonto.

Pr. Mark Garver