23 de Mayo, 2025 - Acciones Correspondientes

Acciones Correspondientes

23 de Mayo, 2025

Marcos 5:27 “Cuando oyó hablar de Jesús, se acercó por detrás y tocó su manto”.

La mujer con el flujo de sangre sí escuchó algo, porque tuvo fe para hacer algo a partir de lo que había escuchado, y comenzó a decir algo. Sabemos que ella había oído hablar de la virtud sanadora que salía de Jesús porque dijo: «Si puedo tocar su manto, quedaré sana» Así que, mientras iba al encuentro de Jesús, no dejaba de decirse a sí misma: «Si tan sólo puedo tocarlo, quedaré sana». Eso la hizo avanzar hacia lo que deseaba en su corazón: la sanidad. Si hubiera llegado hasta allí sin dejar de repetirse: «Si puedo tocarlo, si puedo tocarlo», pero nunca lo hubiera tocado, no se habría sanado. Su fe alcanzó su expresión final cuando lo tocó y liberó su fe. Cuando ella tocó a Jesús, el poder salió de Él. Jesús lo sabía, pero no sabía quién le había tocado porque preguntó: «¿Quién me ha tocado?». Miraba a su alrededor porque quería saber quién tenía fe. Sus discípulos estaban perplejos y dijeron: «Todos te tocan». Tome nota que una acción hecha que no es en fe no es suficiente para recibir del Señor. Copiar lo que otros hacen por fe no traerá tu respuesta. Siguiendo el testimonio de alguien más sin la misma fe que ellos tuvieron no te traerá la respuesta. Intentarlo no funcionará. Esta mujer no lo intentó. Ella lo creyó. Mientras ella iba y hablaba consigo misma, ella no se esforzaba. Ella lo creía. Esta creencia la hizo ir, y la hizo empujar a través de la muchedumbre hacia su respuesta. Ella no sería negada. Lo tocó y se puso en camino. No necesitaba ni quería que nadie lo supiera. Obviamente, ni siquiera quería que Jesús se enterara. Consiguió lo que buscaba y se dirigió a casa sana, pero Jesús quería saber quién tenía realmente fe entre aquella multitud. La fe impresionó tanto al Señor; le agradó tanto que se detuvo aunque iba de camino a sanar a la hija de Jairo. Tú y yo también tenemos fe, así que ejercitémosla como lo hizo esta mujer.

Pr. Mark Garver