26 de Marzo, 2025 - Deseos de tu Corazón

Deseos de tu Corazón

26 de Marzo, 2025

Salmo 37:4-5 “Deléitate también en el Señor, y Él te concederá los deseos de tu corazón. Encomienda tu camino al Señor; confía también en Él, y Él lo realizará”.

Nehemías le dijo al pueblo que Dios había puesto en su corazón reconstruir los muros de Jerusalén (Nehemías 2:12). «Ponerlo en su corazón» es un lenguaje inusual en el Antiguo Testamento. Cuando Nehemías se enteró por su hermano de que las murallas y las puertas habían sido incendiadas en Jerusalén, se puso a ayunar y a orar después de que su corazón se entristeciera por la noticia. Fue durante este tiempo que el Señor debió darle la tarea de reconstruir las murallas de Jerusalén. Reconstruir los muros fue su llamado original, pero debido a que Nehemías obedeció ese llamado, sucedieron otras cosas maravillosas. El pueblo se reunió, los vendidos como siervos fueron restaurados, los enemigos del pueblo fueron expulsados, y la Palabra de Dios escrita volvió al pueblo.

¿Cómo llega nuestro plan? Nuestro versículo nos lo dice. Primero, deléitate en el Señor. Pasar tiempo ayunando y orando es bueno. Y como creyente del Nuevo Testamento, ahora puedes escuchar a Dios por ti mismo. Eres Su oveja, y conoces Su voz. Y como hijo de Dios, puedes y debes ser guiado por el Espíritu de Dios.

A medida que te deleites en el Señor, Él te dirá lo que debes hacer. Creo que este es el deseo del que habla la Palabra. Y es verdad que si buscas primero el Reino de Dios y Su justicia, Él te añadirá todas las cosas que los gentiles buscan; pero cuando pones tus afectos en Dios y entonces, lo buscas a El primero, es cuando El puede darte los deseos de tu corazón. Cuando confías totalmente tus pasos a El, El puede entonces dirigir tu camino. Cuando tú y yo confiamos totalmente en el Señor con nuestras vidas, lo que significa que Jesús no es sólo Salvador para ti, sino que es Señor, entonces Él puede hacer realidad lo que pone en tu corazón. Recuerda, el Salmista dice, «Si el Señor no edificare la casa, en vano trabaja el obrero».

No puedes simplemente decidir lo que quieres hacer y luego pedirle al Señor que lo bendiga; Él no está obligado a hacerlo, ni lo hará. ¿Te bendecirá de otras maneras? Claro que sí, porque nos ama. Él siempre está tratando de bendecirnos, pero hasta que 505550no hagas este versículo, nunca llegarás a lo más alto y mejor de Dios

Pr. Mark Garver