11 de Septiembre, 2025 - Dulzura
Dulzura
11 de Septiembre, 2025
Mateo 11:29 “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”.
Junto con la humildad, el Señor nos pide que vengamos a Él y aprendamos sobre la mansedumbre con la que Él caminó en la Tierra. La mansedumbre es uno de los nueve frutos de nuestro espíritu recreado. Este fruto es vital para que podamos caminar. Veamos la mansedumbre con la que Jesús caminó y con la que quiere que caminemos nosotros. Está al alcance de todos nosotros porque, una vez más, es un fruto de nuestro espíritu recreado. ¿Qué es la mansedumbre? Es fuerza bajo control. Se refiere a cómo tratamos a los demás. No es pasividad. Es fuerza templada con humildad. Las personas mansas no son personas débiles, sino personas con poder e influencia que, de manera consciente e intencionada, mantienen sus fuerzas bajo control mientras demuestran humildad, amabilidad y tranquilidad. Esta es sin duda una definición de Jesús mientras caminaba sobre la tierra.
Para comprender la mansedumbre y el valor que tiene a los ojos de Dios, fijémonos en Moisés. Números 12:3 (AMPC) dice: «Ahora bien, Moisés era un hombre muy manso (gentil, amable y humilde), más que todos los hombres sobre la faz de la tierra». Es interesante que el Señor dijera que Moisés era el más manso de todos los hombres del planeta en su época. También fue el hombre más usado de todo el planeta en aquella época. Dios hablaba con Moisés cara a cara; Dios consideraba a Moisés un amigo con el que podía hablar con franqueza, y así lo hacía. Dios usó al hombre más manso del planeta para liberar a su pueblo de la esclavitud. Moisés no era perfecto como Jesús, pero su cualidad de mansedumbre lo hacía destacar ante Dios. El Salmo 37:11 (AMPC) dice: «Pero los mansos [al final] heredarán la tierra y se deleitarán en la abundancia de la paz». Recuerden, Jesús dijo que la mansedumbre que aprenderíamos de Él nos llevaría a un lugar de paz. El salmista dijo que los mansos heredarán la tierra y tendrán abundancia de paz. Jesús citó esta escritura en Mateo 5:5 (NKJV) cuando dijo: «Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra». Dios Padre siempre ha valorado la mansedumbre.
Moisés lo demostró y fue usado poderosamente por Dios; y Jesús lo practicó para mostrarnos cómo se manifestaba perfectamente la mansedumbre. En Mateo 21:5, Jesús, el Rey de reyes y Señor de señores, el Creador de todas las cosas, la Palabra de Dios manifestada, entró en su procesión triunfal montado en un pollino. No montaba un caballo blanco; llegó montado en un pollino, un animal de carga, el medio de transporte del hombre común y algo que llevaba sus «cargas», un animal de trabajo que todos usaban. Dice que llegó manso, humilde y sencillo. Él, a propósito, se posicionó de esta manera para demostrar mansedumbre. Tú y yo tendremos que aprovechar este fruto de la mansedumbre en nuestro espíritu renacido, porque no forma parte de nuestra carne. El Señor quiere que aprendamos sobre la mansedumbre, ¡así que apuntémonos a unas clases particulares!
Pr. Mark Garver